Los siguientes son algunos apuntes para ir profundizando en el concepto de Fútbol de Izquierda. La propuesta es seguir con esta linea en otras publicaciones.
¿Existe un fútbol derecha y uno de izquierda? Diríamos que si, porque si se juega como se vive, resultaría inexplicable un fútbol "neutro" o de "centro" abogando el finiquitado paradigma de Fukuyama del fin de las ideologías. Existe un fútbol de izquierda, porque es un hecho social, en el cual la contradicción es inherente al mismo, y se expresa en el mismo desarrollo material del mismo.
El fútbol por si mismo, no es simplemente un juego, es campo de expresiones sociales, tanto de emancipación como de sumisión imperial. Entonces es un campo de batalla material (lo netamente futbolístico) y de las ideas (el fútbol entendido en el sentido amplio).La anterior afirmación no es resultante de una mera reproducción dogmática de la consigna menottista de "jugar como se vive" , como tampoco la declaración misma de Menotti no es producto un hecho azaroso o una incongruencia del pensamiento del DT. El jugar como se vive, es un concepto abstracto, cuya síntesis emerge de elevarse de lo abstracto a lo concreto, y de esa manera apropiarse de lo concreto, de reproducirlo como un concreto espirituales. Y el hecho de definir al fútbol bajo las consignas de jugar como se vive, y aquellos que son parte del fútbol como expresiones de la misma consigna, es extender la tesis 11 realizada por Marx a Feuerbach: Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo. Entonces jugar al fútbol y entender al fútbol, es decir praxis y teoría, son dos caras de la misma moneda, es el mismo concepto, y es desde esta perspectiva como interpretamos al fútbol de izquierda.
Un militante del fútbol de izquierda no es aquel que declara constantemente por el buen fútbol y la solidaridad en la cancha y cuando tiene sale a la cancha aplica la trampa, la avaricia, la especulación y el "saque si quiere ganar". Un militante del fútbol de izquierda es aquel que apela al buen fútbol y piensa en función del mismo.
En palabras de Cesar Luis Menotti:
(...) Un día dije que había un fútbol de izquierda y otro de derecha. Los más generosos, los más artistas, los más cultos siempre fueron de izquierda, siempre estuvieron más cerca de mí que lo otro, el mercado. Un fútbol generoso, abierto, comprometido con la gente, el orgullo de la representatividad, el orgullo de la pertenencia... todo eso que pregono me suena más a la izquierda que a la derecha. Después hay otro fútbol, al que no le importa la gente, solamente le interesa el resultado. Cuando salía campeón del Inter con el catenaccio todos hablaban maravillas de eso, pero no decía que los tres equipos que habían descendido jugaban igual. El Inter tenía a Suárez, a Mazzola... jugadores que podían ganar con cualquier esquema. Pero si puedo elegir, me quedo con el Milan de Arrigo Sacchi, con la Holanda del 74... o con la misma Alemania de ese Mundial, que era un equipazo.
(...) El poder económico, a través del poder político, ha producido una desculturización aterradora, que ha llegado al fútbol. Había una cultura, un estilo que en el nombre del modernismo se empezó a destruir. “Hay que ser moderno” en el fútbol, en la música, el arte... Parece que para ser moderno hay que matar a Mozart o a Beethoven. Si eso es el modernismo, prefiero ser antiguo como Mozart y no moderno como Julio Iglesias. El fútbol es espacio, tiempo y engaño. Suena a sencillo, pero hay que hacerlo. Y tiene cuatro acciones que se pueden enumerar fácilmente pero que también hay que llevar a la práctica: defender, recuperar la pelota, gestar jugadas y definir. Un fútbol complejo solamente lo hacen diferente los grandes jugadores, y los grandes entrenadores. El técnico tiene una idea y debe demostrar y convencer que a sus jugadores de que con esa idea lograrán la eficacia. Y después comprometer a la defensa de la idea. Son tareas que no se logran en dos días.
Aportes dados por Angel Cappa:
(...) La reflexión es la misma de siempre: se puede ganar o perder, pero jugando bien (que además es lindo y atractivo) los equipos dejan en todos los que amamos y respetamos este juego, una sensación de agradecimiento por el espectáculo. Nos sentimos reconfortados. Algunos siguen opinando que no se trata de un espectáculo y cometen un error básico. Hay un escenario, publicidad para convocar a la gente, y se cobra entrada. Por supuesto que es un espectáculo en toda la regla (aunque no se trate solamente de eso por lo que uno prefiere el buen fútbol). Sucede que, como en todos los espectáculos, puede ser regular, malo o bueno, según como salga, pero hacerlo malo ex profeso con la excusa de que hay que ganar, es como mínimo ignorancia y al mismo tiempo una soberbia estupidez. Ignorancia porque no hay recetas infalibles para ganar, y optar por jugar a cualquier cosa es restar posibilidades de triunfo, ya que cuanto mejor lo haga mas opciones tendré de lograr el objetivo. Y una estupidez porque seguir aferrándose a esa excusa a pesar de los miles de ejemplos que nos da el fútbol una y otra vez, ya no tiene sentido alguno. Tal vez Cruyff tenga razón cuando dice que lo que realmente sucede es que para adherir al buen juego, hay que saber.
(...) "A la izquierda sí le interesa el contenido, la ilusión, la emoción. A la derecha no le importa la emoción, le importa ganar guita y punto. Y para ganar guita, destruyen el planeta, destruyen a la gente. Es el “pisalo, pisalo”. Desde los medios te forman una opinión. Pero también hay una paradoja: aparece Huracán, hace tres pases seguidos, y la gente se olvida de lo que le estuvieron diciendo los medios durante treinta años"
Utilizamos entrevistas realizadas por Angel Aro Galdes (http://arogeraldes.blogspot.com/2009/11/cesar-luis-menotti-pablo-aro-geraldes.html), Revista Acción (http://www.acciondigital.com.ar/15-01-10/entrevistas.html#dos) y diario crítica de la Argentina