Fuera de toda cronología podemos decir que llegamos al bicentenario, pero en algunos sentidos. Remitiéndonos solamente a aspectos futbolísticos, fue el pase a la red que dio Bollati en el centenario uruguayo, brindándonos la clasificación a Sudáfrica, el que nos brindó el paso para el camino del bicentenario. Porque no había bicentenario sin mundial. Pero tampoco hay bicentenario con hambre, con exclusión, pagando la deuda.
Entonces nos remitiremos a que estamos llegando al bicentenario, estamos en camino a consolidar nuestra emancipación popular si profundizamos en todo aquello que nos hace libres. Y en la cancha la máxima expresión de la libertad es el tiki tiki, el buen fútbol. Lograr que el juego de emociones que expresa la rendonda bien tratada es reivindicar las banderas revolucionarias. Estamos ante un momento histórico para profundizar el camino a la emancipación futbolística: clasificamos al mundial que se juega en el año del bicentenario, tenemos al principal exponente de las fuerza nacional y popular dirigiendo a nuestra selección, y tenemos a grandes soldados (y al mejor de todo el mundo) para salir a defender al fútbol que le gusta a la gente. Entonces, desde el Frente Menottista, declaramos que en el mundial, siguiendo el camino del General San Martín, "seamos menottistas y lo demás no importa nada"
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